Lactancia por biberón

Tenemos muchas opciones para alimentar a un bebé, ya sea mediante lactancia materna o con biberón, si elegimos este último, nos viene a la cabeza “¿cuál es el mejor?”
Más allá de que tipo de tetina elegir, lo más importante es que sea una alimentación segura.
La diferencia más grande con respecto al pecho es la cantidad de flujo continuo que sale del biberón; en este caso, el bebé no hace la misma fuerza y los mismos movimientos que realiza en el pecho, lo cual hace que pierda o no adquiera algunas habilidades que se adquieren con la compresión que realiza en el pecho.
Además, cuando estas habilidades no se potencian puede provocar que se vaya modificando también el desarrollo anatómico facial del bebé, que a medida que crezca no articule algún sonido o incluso que necesite de ortodoncia.
Se dice que el uso del biberón va ligado a la deglución atípica ya que provoca una malformación anatómica, pero en realidad no siempre es así. De hecho puede darse, al contrario, que por un mal funcionamiento de la lengua se desarrolle una deglución atípica.
Para ayudar a que haya una actividad oromotora adecuada y prevenir otros problemas es importante hacer una buena elección de tetinas tanto de biberón como de chupete. Lo mejor es decantarse por una tetina de caucho, larguita, anatómica y de bajo flujo.
Hay que tener en cuenta también, que hay muchas formas de alimentar a los bebés, no sólo el pecho o el biberón, sino que también existe: el dedo jeringa, el vasito o el relactador.
*** con esto no queremos decir que no darle el pecho al bebé sea malo, sino que con este post queremos ayudar a prevenir dificultades que pudieran derivarse de ello. Muchas veces depende del bebé no solo de nosotras, el hecho de si prefiere pecho o biberón. Será el propio bebé el que nos guíe en sus preferencias tanto de tipo de lactancia como de tipo de tetinas.
Verónica del Villar ?
Bibliografía:
Ferreira, Marchionatti, Oliveira y Praetzel, 2010
Martínez, Conde y Trenzado, 2008
López, Arias y Zelenenkp, 1999
Morales, Stabile, Vargas y Vasconcelos, 2009