Cuando se llega a la madurez hay personas que muestran dificultades a la hora de comunicarse o presentan alguna patología en el sistema comunicativo. Además, muchos de los adultos pueden arrastrar problemáticas que un logopeda infantil no abordó cuando eran niños.
Las principales patologías para acudir al logopeda para adultos son: nódulos, pólipos, encontrarse «afónico» o roncar con bastante frecuencia; sí hay dificultades a la hora de realizar la deglución o es diagnosticado con alguna enfermedad neurodegenerativa (como Parkinson, Alzheimer o ELA). También suele ser frecuente acudir cuando se ha sufrido un accidente cerebro-vascular (ictus).
Otras patologías que se pueden dar en la edad adulta, y no por ello, menos frecuente, son las pérdidas de lenguaje, tartamudez y problemas de vocabulario, memoria, atención o discalculia.
Por último, hay que indicar que también trabajamos con profesionales de la voz para mejorar su técnica vocal, su dicción y evitar futuras patologías. Entre las profesiones más habituales que visitan el logopeda para adultos, encontramos: profesionales de la educación, actores y actrices, abogados, empresarios, teleoperadores, etc.